El sexo en la tercera edad, quemando los últimos cartuchos “Ilusión o Amorío”

Si de algo estoy seguro es que hay un momento en que te apagan la luz. Si, a pesar de que el cerebro este activo llega el día en que allá abajo te apagan la luz, y no quiero que llegue ese día sin haber quemado mis últimos cartuchos.



En la actualidad hay muchas alternativas y avances tecnológicos, quirúrgicos y cosméticos para detener el paso del tiempo, pero sin embargo el envejecimiento es un fenómeno universal, un proceso en la vida del ser humano en el cual el cuerpo experimenta algunas modificaciones biológicas, psicológicas y sociales lo que implica que el organismo tenga cambios celulares, tisulares, orgánicos e incluso funcionales que pueden variar entre un individuo y otro. Cuando se habla de La Salud Sexual en este caso Geriátrica se hace referencia a la expresión psicológica de emociones y compromisos que requiere la mayor cantidad y calidad de comunicación entre la pareja de la tercera edad.

En este proceso la mujer queda privada de su función reproductiva de forma absoluta y el hombre en forma relativa. Sin embargo, durante mucho tiempo han existido los mitos y prejuicios sobre la sexualidad del adulto mayor, algunos de ellos prejuicios sociales en los que se dicta que ya a cierta edad se deja de tener una vida sexual activa y por lo tanto la sociedad asume que el anciano pierde no solo el interés en el sexo, sino en la capacidad de rehacer su vida sentimental y comprometerse de nuevo con una relación romántica, llegando a ver el acto sexual entre ancianos como una aberración, una actividad no apropiada o incluso como un acto pervertido si continúan teniendo relaciones sexuales.


La realidad es que el potencial sexual siempre está presente y puede permanecer incluso hasta la muerte. Hace unos días mientras tomaba un café y veía a la gente pasar, justo en la mesa de al lado dos hombres de la tercera edad entre 65 y 70 años debatían sobre la necesidad de encontrar un nuevo amor y vivir con “ilusión” o mantener una relación netamente sexual sin compromisos “un amorío” viendo esta última como una opción a la que uno de ellos llamo “Quemar los últimos cartuchos”. Ante la necesidad de tener al lado una pareja con la que pudiera simplemente seguir experimentando placer, tanto así que uno le decía al otro.

¿Te has preguntado a que edad deja el cuerpo de sentir placer? yo nunca me atreví a hacerle esa pregunta a mi papá, no podía… Pero si de algo estoy seguro es que hay un momento en que te apagan la luz. Si, a pesar de que el cerebro este activo, llega el día en que allá abajo te apagan la luz y no quiero que llegue ese día sin haber quemado mis últimos cartuchos. “Aunque el ser humano se esté medicando nada tiene que ver con el acto sexual, eso es psicológico” que te lo digo yo. Todo esto pareciera derrumbar el tabú e indicar que el adulto mayor a pesar del paso del tiempo y alcanzar la vejez no pierde el erotismo ni las ganas de enamorarse.







Comentarios