La Universidad de
Oxford en asociación con AstraZeneca ha desarrollado una vacuna nombrada
AZS1222, la cual generó una fuerte respuesta inmunitaria en un ensayo con más
de 1.000 pacientes.
“Todavía queda
mucho trabajo por hacer antes de que se pueda confirmar si la vacuna ayudará a
combatir la pandemia de COVID-19, pero estos resultados iniciales son
prometedores”, destaco Sarah Gilbert, investigadora de la Universidad de
Oxford.
Por
otro lado la vacuna producida en China también demostró que genera anticuerpos,
desarrollada po Cansino Biologics y bautizada Ad5-nCOV, también provocó una
fuerte reacción en los 500 participantes del ensayo. Ambas vacunas están
basadas en un adenovirus modificado que no se replica lo que las hace más
seguras especialmente para los pacientes más delicados. Hasta ahora ninguna ha
presentado efectos secundarios comprometedores. Los efectos secundarios más
observados fueron fiebre, fatiga y dolor en la zona donde se aplicó la vacuna.

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